Un interno del Cereso de Tulancingo, que se encontraba cumpliendo una condena por homicidio calificado, falleció presuntamente a causa de un infarto mientras estaba en el área del comedor.
Un reo no identificado de 70 años se desvaneció de repente al intentar comer, lo que llamó la atención de los custodios y encargados del penal. Fue trasladado de inmediato al hospital regional, donde, lamentablemente, falleció mientras recibía atención médica.
Según lo informado por las autoridades penitenciarias, la víctima sufría de enfermedades crónicas degenerativas que complicaron su estado de salud.
El ahora fallecido se encontraba privado de libertad desde el año 2016, cumpliendo una condena de varios años.
El personal del Ministerio Público de dicho municipio judicial tuvo la responsabilidad de llevar a cabo los protocolos establecidos por la ley.
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