El pleito entre estudiantes y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) parece ser que llegó a su fin, pues luego de que iniciará por la designación de una directora en el Instituto de Artes, un paro estudiantil, una manifestación, una gresca en las oficinas centrales de la casa de estudios, demandas y demás, los jóvenes afectados han preferido concluir con todo.
Y es que la verdad un proceso legal es muy desgastante económica y emocionalmente para cualquiera, pero más aún para estudiantes que no cuentan con los recursos económicos, tiempo y poder que tiene la universidad, es que optaron por renunciar a las demandas y llegar a un acuerdo con sus agresores, tanto ex miembros del consejo universitario como trabajadores de la universidad.
Los afectados decidieron darles el perdón legal a los agresores y llegaron a un acuerdo económico para que los imputados pagaran los daños ocasionados y así evitarse un juicio engorroso, pues a un año y medio del desgorre que se armó en el edificio de Abasolo, no ha habido justicia.
Con esto, el rector, Octavio Castillo Acosta, podrá salir a rendir un informe lleno de mentiras, como siempre, porque el discurso de que es la mejor universidad del mundo mundial, con sus cinco estrellas en no sé dónde, su honradez, pulcritud, solidaridad con los estudiantes y académicos y demás mentiras que ni él se cree, pues nunca faltan en los discursos.
Pero bueno, la UAEH queda con una mancha más en su historial, en donde deja de nueva cuenta en evidencia que los últimos en ser apoyados son los alumnos, mientras que quienes protegen al jefe seguirán siendo protegidos por la universidad.
Pero para la universidad qué más da tener una mancha más o no, pues está tan acostumbrada a estar inmiscuida en señalamientos, que no le quita el sueño haber golpeado a estudiantes y madres de familia.
No le importa pasar por encima de nadie si eso le ayuda a mantener su “reputación”. Qué más da dar de baja a unos cuántos, cuando su plantilla es superior a eso. Es como quitarle un peso a un millonario.
El historial negro de la universidad no acaba aquí, aún tiene muchos años por delante en donde volverán a alzar la voz los estudiantes, harán desmanes ante la inacción de la casa de estudios, esta los calmará a bola de golpes y todo quedará como una raya más al tigre.
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