La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, firmaron un decreto con el que buscan proteger la industria textil imponiendo de forma temporal aranceles y frenando las importaciones que podrían significar una competencia desleal para los productores nacionales.
El secretario explicó en “La Mañanera del Pueblo” que estas entrarán en vigor en cuanto se publiquen en el Diario Oficial de la Federación y entre los puntos que contemplan son el incremento “de forma temporal” a 35 por ciento de arancel a las mercancías, confeccionadas y del 15 por ciento a la importación de mercancías textiles intermedias (piezas que anteriormente no pagaban impuestos), solo se aplicarán en aquellos mercados con los que México tiene tratado de libre comercio.
Marcelo Ebrard reiteró que con este decreto el Gobierno Federal busca fomentar el desarrollo de la industria nacional, promover condiciones justas de mercado y evitar prácticas que afecten el empleo y la competitividad, evitar el contrabando técnico y privilegiar el comercio con mercados en los que México tiene. acuerdos comerciales.
“En resumen, aumentamos el 35% el arancel a mercancías confeccionadas que vemos precios verdaderamente increíbles bajos, aumentamos 15% la importación de mercancías textiles para proteger a nuestra industria nacional y cerramos está puerta de la cual están abusando”, explicó el funcionario federal.
En la conferencia el secretario explicó las condiciones en las que se encuentra la industria textil, que en 2024 alcanzó su nivel más bajo teniendo una pérdida de 79 mil empleos en los últimos años y que el PIB en esta misma industria ha disminuido a una tasa anual. de 4.8 por ciento, por lo que cada año pierde aproximadamente mil 229 millones de pesos.
Entre las sanciones que se podrían imponer a las empresas que no cumplan con las nuevas disposiciones del Gobierno Federal está la cancelación de las patentes, y ya evaluando cada caso se podría imponer otro tipo de medidas.
En “La Mañanera” el secretario explicó que esta práctica de competencia desleal estaba impactando de forma varias a entidades con mayor producción en la industria textil, como el Estado de México, Puebla, Hidalgo, Coahuila y Guanajuato.
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