Después de que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar diera su último mensaje, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo reconoció que sí hubo un distanciamiento con el diplomático, pero esto no afectó a las relaciones con su país.
Sheinbaum Pardo reiteró en su conferencia matutina desde Palacio Nacional que se protegerá que “somos un país independiente y soberano”.
“Yo diría que en el último período hubo desencuentros con el embajador, una de ellos fue el tema del Poder Judicial, porque además él un día lo aplaudió y otro día lo reprobó, entonces no sabíamos realmente cuál era su posición”, señaló.
“Además no tiene por qué opinar el embajador de Estados Unidos sobre un asunto que le compite a México, por supuesto en la relación bilateral, en la relación que tiene que ver con el tratado comercial”, mencionó.
La titular del Ejecutivo reiteró que al embajador no le corresponde estar opinando sobre el tema de la reforma al Poder Judicial como hicieron también otros embajadores en su momento.
“El segundo problema cuando en su momento el presidente López Obrador puso en pausa la relación con el embajador, pues tuvo que ver con la detención de un narcotraficante en Sinaloa, que nunca quedó claro y no ha quedado claro de cuál fue la participación de Estados Unidos” , mencionó en referencia a la aprehensión de Ismael “Mayo” Zambada.
La presidenta reiteró que el tema central es cómo se dio esta detención y hasta dónde llegó la injerencia de Estados Unidos en México. “Como lo he dicho nosotros vamos a colaborar, nos vamos a coordinar, pues son nuestros vecinos”, mencionó.
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