Durante la comparecencia del secretario de obras, Alejandro Sánchez, el mes pasado, aseguró que llevar a cabo obras en todas las arterias de Pachuca al mismo tiempo, se debe a que la población las solicita y pide que se hagan así.
Pero dudo mucho que a las personas les guste llegar tarde a sus trabajos, citas médicas, reuniones, eventos y demás, y todo por culpa del caos que se vive en la capital del estado. O tener que salir dos horas antes de lo planeado de sus casas para llegar a tiempo.
Nos dicen que debemos tomar vías alternas para evitar el tráfico, pero cuáles vías alternas, si Pachuca ya se descontroló, vías alternas ya no hay, solo embotellamientos, gente queriendo salir o entrar a como dé lugar.
En fin, la ciudad está desquiciada y ni saliendo temprano se puede llegar a tiempo, pero el secretario de obras jura y perjura que fue un deseo de la ciudadanía y que está contenta de que Pachuca sea un inmenso estacionamiento. Sin dejar de lado los constantes choques o accidentes que ocasiona el transporte público.
Los de obras siempre se expresaron mal de la anterior administración asegurando que hicieron obras con mala planeación; incluso nombraron al puente atirantado como puente atarantado, pero la realidad es que ni ellos han podido resolver el problema del tráfico y peor aún con tanta obra que pidió la ciudadanía.
Si bien no hay ninguna duda de que la población haya solicitado todas esas obras, tampoco hay duda de que no las pidieron de un jalón, porque lo que menos quieren es tráfico, es llegar tarde a cualquier lugar. Lo que quieren es un tránsito fluido.
Aunado al irritante tráfico por doquier, nos topamos con un Tuzobus que tampoco mejora y solo empeora, pues debemos esperar media hora a que pase el camioncito o la alimentadora, si bien nos va, porque luego tarda más.
Además, las unidades exprés no tienen nada de exprés, porque al final terminas subiéndote en la troncal 5 que es la que se para en todas las estaciones, ya que la unidad, que se supone te brinda un traslado súper rápido al pasar solo por unas cuantas estaciones, tarde años en pasar.
Ni la Semoth resuelve los problemas de transporte público y Tuzobus, y la SIPDUS empeora todo al hacer obras en todos lados, pero más aún, complica la vida de los automovilistas al hacer obras eternas y no exigir a las empresas que lo hagan bien, pero rápido.
Y esto puede ser poniendo a trabajar a la gente en la noche, obviamente bien custodiada por una patrulla que evite que algún distraído quiera aventarles el carro.
Mientras tanto, tendremos que seguir desquiciándonos, llegando tarde a nuestros trabajos, al médico, al mercado o adónde vayamos. Esperando el milagro de Navidad, que sería que Pachuca otra vez vuelva a ser transitable.
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