La sequía del 2014 favoreció la expansión del gusano descortezador en los bosques de Hidalgo y en la zona natural protegida de Mineral del Chico, la plaga ya afectó el 25 por ciento del área boscosa, lo que equivale a 519 hectáreas.
La titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), Mónica Mixtega Trejo, informó que el plan de contingencia comenzó en noviembre de 2024.
Como parte de las primeras acciones, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) notificó la necesidad de derribar y sanear mil 500 árboles.
Las áreas más dañadas incluyen el ejido Capula y sus alrededores, Jaramillo y El Cedral en donde se detectaron los primeros casos de infestación.
El presupuesto de 15 millones de pesos, de recursos estatales, federales y municipales, asignado para combatir la plaga sigue en uso y se espera que las acciones concluyan en octubre.
Investigadores señalaron que el impacto no es uniforme en toda la región, por lo que las estrategias deben adaptarse a cada zona.

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