En nuestro estado y país una de las principales lenguas originarias es el náhuatl, de las más de 69 lenguas, incluida el español reconocidas en México, convirtiéndonos en una de las 10 naciones a nivel mundial con mayor número de lenguas originarias. Sin embargo, no siempre hablar una lengua originaria/indígena era sinónimo de orgullo sino que, todo lo contrario.
Durante mucho tiempo reconocerse como personas indígenas y hablar una lengua indígena situaba a las personas que lo hacían en un contexto de discriminación y desigualdades en todos los sentidos, por lo que, muchas personas preferían alejarse de todo lo que tenía que ver con lo indígena, perdiéndose así mucha cultura, formas, costumbres, etc., incluidas las lenguas originarias.
Actualmente el reconocimiento y orgullo por nuestras culturas ha ido en aumento, así como el respeto irrestricto de los derechos humanos de las personas que se autoreconocen como personas indígenas, incluyendo su derecho a la libre expresión en su lengua originaria, poniendo como obligación de varias instituciones que, se realicen las actuaciones necesarias para que se puedan comunicar en su lengua originaria.
Así, hace algunas semanas sucedió un acontecimiento muy importante para los hablantes del náhuatl, pues se incluyó a esta lengua en el traductor del buscador de Google, esto con la ayuda de una mujer Nahua originaria de Chapulhuacán, Hidalgo, Gabriela Salas, científica que colaboró en la introducción de esta.
Logrando con esto un reconocimiento y rescate a las lenguas originarias de nuestro país, que si bien aún falta mucho por trabajar, en el tema de inclusión y erradicación de la discriminación, se comienzan a dar grandes pasos desde nuestro país pero también a nivel mundial, como en este caso, lo que nos deja como reflexión que más podemos hacer, para seguir construyendo una sociedad inclusiva que respete y permita el ejercicio pleno de los derechos humanos.
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