Había escuchado historias de personas que son detenidas en la calle solo por estar en el momento, lugar y hora equivocadas, pero últimamente esos casos son más frecuentes y solo para hacer pagar a quien se deje y no a quien la hizo.
La marcha feminista del 8M fue la peor represión que se pudo observar en los últimos años, y peor aún en un gobierno que se dice respetuoso de los derechos humanos y del derecho a la manifestación.
Las autoridades dan una conferencia de prensa para “informar” sobre el caso, pero en lugar de disipar dudas, las amplia y luego dicen que los medios mentimos o tenemos otros datos, pero no se ponen a pensar que por su escasa información, uno debe armar la nota con lo que entendió o lo qu logró desmenuzar.
Y es que mientras muestran un vídeo en donde, según ellos, se ve claramente a una mujer rociando gasolina a los pies de las vallas, resulta que detuvieron a dos por los disturbios del 8 de marzo en Plaza Juárez.
Pero si a esas vamos, pues la verdad no solo fueron dos los que participaron, ni mucho menos los que azuzaron a las manifestantes a tirar las vallas, porque quienes lo hicieron regresaron bien a casa y con el orgullo de haber logrado su objetivo, reventar la marcha pacífica.
Porque ellos fueron los que rompieron vidrios en El Reloj, ellos fueron los que tiraron las vallas, ellos fueron los que gritaban que rompieran, que pintaran, que agredieran; mientras que algunas de las organizadores llamaban a la calma y no caer en provocación.
Pero la provocación aumentó cuando detrás de las vallas aparecieron hombres policías, burlas, rocío de gas pimienta y líquido de extintor directamente a las caras de las manifestantes, toletazos, mentadas de madre y demás.
El procurador interino, Francisco Fernández Hasbún, es una persona que sigue sin saber qué es lo que pasa en su lugar de trabajo, y siempre se escuda en el artículo no sé qué de no sé dónde para no responder, pues obviamente no sabe ni en dónde está parado.
El secretario de seguridad pública, Salvador Cruz Neri, primero dice una cosa, luego otra, y al final dice que sí fue, pero no fue, porque aunque no es verdad tampoco es mentira.
Mientras que en redes sociales se asegura que los detenidos, solo por ir vestidos de negro y caminar por la calle de Guerrero, fueron detenidos por presuntos policías vestidos de civil.
O sea que los policías no buscaban a quién la hizo, sino a quien la pagara.
Pero Salvador Cruz Neri y otras autoridades dejan más dudas que respuestas, como lo han hecho desde el inicio de su gestión, porque dijeron que había infiltrados, pero si ya lo sabían, ¿Por qué no los detuvieron antes para evitar los desmanes?, pregunta que por cierto realizó una reportera y que no supieron responder.
¿Por qué dejaron libre a la chica que, según ellos, fue debidamente identificada y captada en video infraganti rociando gasolina en las vallas?, ¿Por qué la dejaron ir sin fincar responsabilidad?
Las autoridades primero dicen que los policías hombres actuaron bien, pero después dicen que serán investigados, pero luego dicen que pobrecitos, ellos fueron las víctimas por tener que contener a mujeres violentas, quienes claman seguridad y justicia.
En fin, seguimos teniendo a la misma gata, pero revolcada, al frente de políticas en materia de seguridad y procuración de justicia. No hay cambios para estar mejor, solo hay cambio en los rostros de quienes prometen, pero no cumplen.
Ahora hay que tener miedo hasta de caminar, porque no sabemos si vamos a estar en el lugar y el momento equivocados.

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