Este fin de semana estará en Hidalgo la presidenta Claudia Sheinbaum para dar inicio a los trabajos del tren de pasajeros AIFA-Pachuca, arrancar el programa de vivienda y recorrer el tramo de Real del Monte-Huasca.
Aunque desde febrero se tenía previsto que visitará la entidad, lo suspendió en dos ocasiones y ahora sí vendrá, pero viene al estado “más seguro” del mundo cuando en Jalisco hay un de5m@dr3 por el hallazgo de hornos crematorios, cientos de zapatos, restos humanos y mucho más.
Si bien la presidenta no tiene culpa de esto, pues su antecesor Andrés Manuel López Obrador sí, porque se supone en septiembre del año pasado fue identificado y revisado el lugar por autoridades, pero obviamente, como el tabasqueño debía salir en hombros cuando concluyera su mandato, pues decidieron ocultar el tema.
Pero no contaban con que un colectivo de búsqueda lo iba a encontrar e iba a exhibir al “narco gobierno” de López Obrador, quien decidió poner en práctica una política de seguridad basada en abrazos y no balazos.
Claudia Sheinbaum debería apartarse del peor presidente de México y trabajar para arreglar lo que su antecesor le dejó, porque de seguir en la línea de glorificarlo y santificarlo, ella saldrá mal parda.
Porque parece ser que México estaba preparado para tener una presidenta, pero los de su partido no, sobre todos los machistas de Morena, lame botas de Andrés Manuel, porque se dicen respaldar a su presidenta, pero le dan la espalda cada vez que pueden, literalmente y en sentido figurado.
Ahí está la asamblea en el Zócalo, que por darle más valor a su pose para salir bien en la foto, no pelaron a la presidenta y esta se pasó derecho, pues le dieron la espalda.
Otra más fue cuando votaron la ley que presentó a favor de acabar con el nepotismo, pero como hay intereses muy fuertes de los diputados, dijeron sí, pero hasta 2030, para que no interfieran con la postulación de sus familiares a diversos cargos públicos.
Y recientemente la huida de los senadores del recinto de San Lázaro cuando la oposición solo pedía que se conformara un comité con expertos nacionales e internacionales para que investigue lo que pasó en el rancho Izaguirre en Jalisco.
Con esa salida del recinto, dieron a entender que ni ellos, ni su partido, ni la presidenta quieren que se sepa la verdad de ese hecho atroz.
Claudia tiene el respaldo del pueblo, pero no de sus legisladores, partido y mucho menos del misógino de López Obrador.
Le dejó un país sumido en inseguridad, con fosas clandestinas en cada rincón del país, con crematorios clandestinos, centros de reclutamiento del crimen organizado, organizaciones criminales en ascenso, entre otros.
La presidente viene a Hidalgo para calmar las aguas, pero la verdad es que va a ser muy difícil, porque en la entidad también la estamos pasando mal, tal vez no en la magnitud de otros estados, pero sí estamos mal en materia de seguridad.
Y viene a Hidalgo a alzarse con programas insignia de su gobierno, que es el tren AIFA-Pachuca, la carretera Real del Monte-Huasca (que es heredada) y el programa de vivienda, para que se hable de eso y no de lo que pasa y sigue pasando en algunos estados del país.
Es lamentable lo que pasa en el país, pero más lamentable que no lo acepte el gobierno y su séquito de legisladores; que prefieran hacerse de la vista de la gorda antes que agarrar al toro por los cuernos y reconocer que AMLO fue el peligro para México que tanto advirtió la oposición en su momento.
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