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"Aunque suceden cosas, nos dicen que no pasa nada"

Foto del escritor: Fernanda GarcíaFernanda García

Esta semana estuvo muy ajetreada con notas periodísticas que nos dejan pensando si Hidalgo en realidad es seguro, o de plano se está perdiendo la paz y, como es costumbre, las autoridades de seguridad lo minimizan para hacer creer a la gente que desquitan cada centavo que ganan.


Primero, funcionarios se avientan puntadas diciendo que los pobrecitos de los policías, tienen que enfrentar a una sociedad que no confía en ella, cuando lo único que hacen es “dar su vida” por salvaguardar la integridad de los demás.


Pero si bien, así como hay policías malos, también hay buenos, lo cierto es que la mayoría no cumplen con su función de cuidar a la población, y por el contrario, buscan beneficiarse de uno aceptando la famosa “mordida”, o “Sor Juana”, o el “hábleme claro”.


El 8M de este año no se olvida, donde hombres policías atacaron si piedad a mujeres que solo exigían mayor seguridad y justicia para quienes han dejado este mundo a manos de sus violentadores.


Pero también la población desconfía de los uniformados, porque, como pasó, o dicen que pasó, en Santa Ana Hueytlalpan, dos policías ministeriales de la FGR intentaron acercarse a dos mujeres a base de mentiras, como chalecos de bienestar, ofreciendo programas sociales, pero al darse cuenta las féminas que era una trampa y que podrían ser secuestradores que intentarían levantarlas, pues gritaron para que quienes estaban cerca las ayudaran.


Otros dicen que la población solo no dejó que los ministeriales se llevaran a las mujeres, pero, como dirían por ahí, “haiga sido como haiga sido”, para que la población reaccionara tuvo que haber una acción, ya sea por la mentira que dijeron los uniformados o por la forma en que intentaron llevarse a quien o quienes se encontraban listadas en la orden de aprehensión que debían cumplimentar.


Solo la FGR sabrá, pero lo que dejan claro es que no supieron hacer su chamba, sobre todo en la región de Tulancingo, donde hasta los perros traen puñal por la inseguridad tan descarada que hay derivado, según autoridades estatales, del robo de combustible.


Luego surgió otro enfrentamiento o connato en Tulancingo por la desaparición de un taxista, a quien horas después de que los trabajadores del volante obligaron prácticamente a las autoridades a trabajar, es que fue ubicado el vehículo y, lamentablemente, el cuerpo sin vida de su compañero.


No es posible que teniendo Hidalgo al Gran Hermano, no hayan visto todos casos y actuar de manera pronta, profesional y con protocolos para evitar tantas muertes y desmanes.


Hay cámaras de videovigilancia en cada punto estratégico de la entidad, pero parece ser que los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, encabezados por Salvador Cruz Neri, no ponen la suficiente atención para vigilar y garantizar la paz y seguridad que los ciudadanos quieren en la entidad.


Son muchas cámaras, lo sé, pero también son muchos policías que las observan y se supone que están capacitados para que no se les vaya nada, pero si solo hay simulación, pues ahora todo tiene sentido.


Pero lo peor es que tanto el secretario Cruz Neri como el encargado de la Procuraduría, Francisco Fernández Hasbún, corran, huyan, se escondan bajo la cama, para no responder cuestionamientos de la prensa, o solo decir que aquí no pasa cuando en realidad pasa de todo.


NO TIENE VERGÜENZA. En otro tema, la que no tiene vergüenza es la secretaria de Salud, Vanessa Escalante, pues ahora resulta que no se dio cuenta que una lona, de las que mandaron a imprimir, salió con su rostro promocionando sus brigadas de salud.


Según la funcionaria fue culpa de la imprenta, porque imprimió la imagen que enviaron como ejemplo; pero qué casualidad que hayan mandado un “ejemplo” con su rostro y que conveniente que se haya equivocado la imprenta.


Pero más aún, que oportuno que se haya colocado y nadie haya reparado por quitar esa lona en específico, o sea todo el tiempo promoviendo su carita sin reparo, fuera de proceso electoral.


Vanessa jura y perjura que no fue orden de ella la impresión, pero el ponerla y no quitarla en su momento, sí, ya que todos los que trabajan en el sector la salud la conocen, o por lo menos eso yo pensaría, porque es la jefa.


Pero además, a nadie le cayó extraño que la imagen de la funcionario promoviendo las brigadas, fuera exhibida en plena carrera para la renovación de la gubernatura y otros cargos, que si bien todavía no es año electoral, a algunos ya se les cuecen las habas por mostrarse y ser considerados para una postulación.


Ahorita dicen que no, que su única convicción es trabajar por la ciudadanía, pero la realidad es que sus intereses ya están en la mira de otro cargo y comienzan a utilizar a la gente como motín político, pero ya lo veremos en algunos meses.


No les vaya a pasar como CASUALMENTE le pasó a la ahora presidenta municipal de Apan, Zorayda Robles, y la diputada local, Tania Meza, quienes se adelantaron a los resultados de la encuesta y presentaron su renuncia como secretaria de salud y de cultura, respectivamente para prepararse para la contienda.


Pero como todavía no eran tiempos y “NO SE SABÍA” qué personas serían las ungidas para una candidatura, pues les rechazaron las denuncias, pero ellas mismas revelaron, con su actuar, que todo ya estaba dado y el proceso solo fue una simulación.


Ya veremos si Vanessa participa o no en el proceso interno de Morena para una candidatura y si en verdad la lona fue un “error” sin intención de hacer proselitismo o si en realidad fue “error” voluntario para sobresalir.


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